jueves, 29 de septiembre de 2011

El desierto

Páramo de hermosas arenas... normalmente, cuando uno piensa en un desierto piensa en un sitio más bien, poco práctico, no sabría definirlo según la tesitura dada. Generalmente, el desierto es un mundo de caos, tierras no fértiles, con tempestades de arena en lugar de lluvia, bastante peores que el agua que cae de las nubes.

Para muchos el desierto simboliza el final de la vida, la muerte, ya que supuestamente, es un lugar vacío pero, ¿No viven criaturas en el desierto?, ¿No hay oasis en los que crecen palmeras?, incluso los cactus almacenan agua dentro suya, con herramientas adecuadas podrían abrirse y beber lo que llevan dentro, ¿Qué el desierto es muerte? Muerte para aquellos que no se adapten a él como todo.

A mi el desierto me parece un lugar tranquilizador, sereno. No hay atascos, no hay carreteras, no hay impertinencias,... sólo kilómetros y kilómetros de arena vacía. Un lugar donde la el cáncer que asola la Tierra y sí, hablo de el ser humano, no ha dejado huella de su presencia, el único lugar que el hombre moderno teme.

Somos capaces de subir escarpadas montañas que están a miles de kilómetros del suelo sólo para poder tener la sensación de que podemos tocar el cielo con nuestras manos, para ello resistimos un duro entrenamiento, un frío insoportable, hambre, sed, sólo para poder sentirnos los amos de nuestro destino y poder decir: "Sí, he tocado el cielo con mis manos". Pero cuando hay que atravesar kilómetros de arena andando, nos mostramos mucho más cautelosos, ya no nos llama una ambición como la de tocar el cielo, ni siquiera para hacerse el héroe, ya que el que atraviesa el desierto es un loco.

Es un lugar de paz, auténtica paz, y tiene su belleza, las dunas de arena cristalina, los oasis, un horizonte vació donde la vista no alcanza un final. A mi me parece bello. Tal vez algún día acabemos viviendo en un desierto, así que mejor acostumbrarse, ya que el ser humano tiende por destruir todo lo que está a su alcance. El desierto es el única lugar de la Tierra que simboliza lo que realmente somos. Vacío. Nuestras guerras sólo dejan vacío, nuestras mentiras y engaños sólo dejan vacío... resulta que al final no somos nada distintos de lo que tememos, y tal vez sea por eso por lo que lo tememos, porque es nuestra imagen reflejada en un espejo, y no queremos aceptar que somos así, pero así somos. Supongo que por eso también la gente se aferra más a acciones como subir montañas y ir a praderas y pueblos, donde la muerte es un extraño que no tiene lugar en esos mundos.

Así es como somos en realidad, como un desierto, por eso me gustan los desiertos, son bellos y además no mienten, nos describen como somos.

¿A alguien más le gustan los desiertos?

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